A partir de los años 60, para combatir el deficit de población en algunos departamentos franceses, el ministro del interior, Michel Debré, tiene la idea de trasladar a la metrópoli a niños de la isla de la Reunión.
La DDASS (Direction Départementale des Affaires Sanitaires et Sociales) va a ocuparse de encontrar niños orfelinos o de familias pobres para llevarlos a Europa. Más de un millar de esos niños, de algunos meses de edad hasta adolescentes, serán trasladados a diferentes departamentos franceses y mayoritariamente a la región de la Creuse. Una vez llegados a la metrópoli, los reunionenses vivirán a menudo en condiciones dificiles. Pasarán largos años antes de que muchos de ellos puedan regresar a su isla de visita o, para una minoría, definitivamente.