El clima político en Catalunya se ha tensado mucho a lo largo de los últimos años. En este contexto, me interesan los signos y símbolos mobilizados para reforzar la afirmación de una identidad catalana.
Me pregunto de qué modo se construyen los puentes entre, por un lado, las emociones individuales y colectivas y, por otro, las instituciones, en tanto que abstractos razonados. La construcción o la existencia de una identidad colectiva suponen la intervención de un cierto número de soportes (psicológicos, históricos, simbólicos, políticos…) que utilizan la imagen para dotarse de sentido. Mis fotografías interrogan unos espacios simbólicos que son también unos espacios visuales pensados por sus creadores para ser observados y vividos afin de forjar o reforzar una identidad.